25 diciembre 2015

Ideas para regalar (1)

Ideas para regalar (diferente)
En mi familia somos de pocas tradiciones, pero si hay una que conservamos y defendemos a capa y espada, es el día de Reyes. Las normas son estrictas: los regalos son secretos, se abren la mañana de Reyes, y nadie entra en el salón hasta que estamos todos juntos y preparados para abrirlos. La hemos mantenido incluso en la época en la que lo más fácil era pedir dinero para unos vaqueros, y con lo que sobraba ir a tomarte algo una amiga, con más razón ahora que hay niños en la familia y que la fiesta toma de nuevo un carácter mágico y nervios y risas. Aunque en realidad nervios y risas ha habido siempre.

Me encanta esta fiesta y me gusta hacer regalos, lo que últimamente cada vez se me hace más cuesta arriba es ir a comprarlos. En Madrid, centros y zonas comerciales se colapsan ya a finales de noviembre y convierten el ir a la busca de un buen regalo en una auténtica pesadilla antes de Navidad. Además me agobia cada vez más el consumismo salvaje, la locura de ir a gastar dinero en productos especialmente colocados en los escaparates a tal efecto, el bombardeo publicitario y los tickets regalo... Así que cada vez me parece una mejor opción comprar a pequeños artesanos y creadores independientes, y es lo que intento hacer desde hace unos años. Me siento feliz de apoyar una labor que respeto y admiro, y a la vez consigo regalos mucho más bonitos y originales que los que puedo encontrar en cualquier gran superficie, regalos hechos a mano o producidos en pequeñas tandas con amor e ilusión, y con una historia detrás. Creo que parte de todo esto le llega al destinatario del regalo, y que esa parte no tiene precio.

Como tengo poco tiempo y, como digo, en mi ciudad es un infierno moverse ya antes del puente de la constitución, suelo comprar on-line. Y mi destino preferido es Etsy. Soy clienta de Etsy desde 2009, incluso tengo allí una pequeña tienda, pero sobre todo soy compradora. Con el tiempo, he ido descubriendo marcas maravillosas a las que sigo, de algunas he sido clienta, de otras lo seré en algún momento, seguro. He pensado compartirlas por si a alguien le sirven de inspiración, estas son algunas de ellas:

Ilustración Dinara Mirtalipova

Dinara Mirtalipova es una ilustradora y diseñadora textil de origen uzbeco residente en EEUU. Ha diseñado colecciones textiles para otras marcas, pero fue precisamente en Etsy donde la descubrí. Tiene un estilo inconfundible muy influenciado por sus raíces, lleno de detalles, folklore y fantasía. Su colección de paños de cocina es de las que te da ganas de ponerte a hacer apple crumbles como si no hubiera un mañana, aunque seas de los de lata de fabada y paella de microondas. MirDinara en Etsy

Mirdinara illustrations

Mirdinara kitchen towels


Nina Invorm es holandesa y hace serigrafía sobre papel y cerámica. Su plato fuerte son piezas de cerámica antiguas sobre las que añade sus propios diseños coloristas y con un toque naïf: cisnes, sirenas, animales, formas geométricas simples como círculos o triángulos... Platos y teteras que no mirarías dos veces convertidos en la joya de tu vajilla. Ninainvorm en Etsy

Cerámica de Nina Invorm
Cerámica de Nina Invorm
Cerámica de Nina Invorm

Cosas mínimas (Blanca Gómez): diseñadora e ilustradora madrileña y uno de mis primeros flechazos de Etsy. Sus ilustraciones son delicadas, sencillas y optimistas, con un aire un poco años 50, pero del bonito, no del ñoño. He comprado sus ilustraciones para mí y para regalar, y siempre triunfan porque transmiten buen rollo y felicidad instantáneos. Cosas mínimas en Etsy

Ilustraciones Cosas mínimas
Ilustraciones Cosas mínimas
Ilustraciones Cosas mínimas (Continuará)

27 agosto 2015

Fast craft

Soy una persona bastante slow, pero últimamente mi vida es como una final de los 100 metros vallas y en las listas de tareas se amontonan los ítems sin tachar. En esta locura de vida, lo primero que se cae de la cesta son los hobbies. Vale, lo primero-primero es el ejercicio físico. Pero inmediatamente después van los hobbies, y luego llamar por teléfono a los amigos, cocinar platos de más de dos pasos, horas de sueño, arreglarme las uñas, responder emails personales, leer libros, elegir la ropa que me pongo (hola uniforme!) y toda rutina de belleza más allá de pasarme un peine...

Hasta que un buen día me doy cuenta de que mi vida es un asco y de que tengo que hacer algo enseguida para empezar a recuperar espacios y tiempos y todas esas cosas que le daban sentido. Así que me obligo a parar, y con esfuerzo y disciplina voy recuperando cosas, aunque no necesariamente en el mismo orden en que las perdí. Me he dado cuenta de que lo que más me cuesta recuperar son los hobbies, no sé si es porque parecen una actividad más egoísta, o menos útil o necesaria.

Pero es una impresión engañosa, porque mis aficiones son una parte fundamental de mí y de mi salud mental. Hacer cosas con mis manos me permite desarrollar una creatividad que a veces en mi trabajo no puedo desarrollar (por irónico que parezca, siendo diseñadora) y que necesito sacar fuera. Algo que me relaja, me enfoca y me da energía. Cuando paso un rato dedicada a coser, o hacer fotos, o dibujar, mi estado de ánimo mejora, estoy de buen humor y con la mente más clara, y eso influye directamente en las personas de mi entorno. Es como para otros sentarse a meditar o irse un rato al gimnasio y volver como nuevos, derrochando amor y energía sobre sus seres queridos. 

Así que me he propuesto el retomar mis aficiones como prioridad number one, pero como no tengo tiempo para proyectos largos y complicados, o de los que a mí se me alargan y complican, estoy pensando en proyectos muy sencillos, para hacer como mucho en una noche o dos. Para ello estoy volviendo a los orígenes, al cómo y por qué empecé haciendo crafts como adulta (el término manualidades no me gusta mucho) que fue una mezcla entre la necesidad de hacer cosas que quería y no encontraba en las tiendas, o no me podía permitir, y el interés por reutilizar materiales y objetos que me daba pena tirar a la basura.

Y con estos dos conceptos en mente, reciclaje y utilidad estoy ideando, o rescatando de alguno de mis cuadernos de ideas, proyectos pequeños y de alta satisfacción, por así decirlo. No importa si son más o menos originales, más o menos cutres, lo que importa es hacer algo con mis manos y disfrutar del proceso y del resultado.

Y así es cómo el fast craft me está ayudando a recuperar un poco de slow life (o algo parecido).

Cuadrito bastidor de dinosaurios
Diadema de estrellas
Body con aplicación de gato
Estuche para rotuladores 1. El pijama favorito de Nadia, que ya no podía estirar más so pena de dejarle lesiones de por vida, reconvertido en un cuadro para su habitación / 2. Una diadema de estrellas, motivo recurrente en nuestra casa / 3. Un body normalito reconvertido en must have con una aplicación de su animal favorito / 4. Un estuche para mis rotuladores con un pack de "Telitas molonas" que compré hace siglos en BlackOveja y estaba deseando utilizar.

16 marzo 2015

Cuestión de enfoque

Últimamente estoy inmersa en una especie de revolución interior tranquila, cuestionándome el modo en que pienso, trabajo, me enfrento a la vida, me presento ante el mundo y mil cosas más que resultan demasiadas para citar aquí.

Uno de los temas que más me interesa es el cómo nuestro pensamiento condiciona lo que vivimos. Parece algo obvio y cualquiera tendrá mil ejemplos que lo ilustran, pero para mí es
aún uno de esos aprendizajes pendientes en los que necesito pasar del "lo entiendo, estoy de acuerdo" al "ajá! lo pillo".

Por ejemplo. Llevo meses torturándome por tener este blog abandonado, con todas las connotaciones negativas de la palabra "abandono": falta de seriedad y compromiso, poca organización, flojera…. Dándole vueltas a si cerrarlo o retomarlo, y cómo hacerlo, qué fantástico post escribir para justificar la vuelta, qué contar y qué no contar de este largo tiempo de silencio, y cada vez más bloqueada con el tema. Y anoche de pronto mientras me lavaba los dientes (momento clásico de las grandes revelaciones) me di cuenta de que el problema residía en una cuestión de enfoque. Y que si sustituía la palabra "abandono" por "año sabático" de pronto todo era más fácil. Connotaciones positivas de hacer una pausa, tomar distancia, aprender cosas nuevas y volver con más ganas y nuevo impulso. Y este pequeño cambio de perspectiva, que seguramente desde fuera parezca una tontería, me ha servido para desbloquearme y sentarme hoy a escribir sin pesos ni dilemas.

En realidad estoy tratando de aplicar este ejercicio a todas las áreas de mi vida donde tengo un discurso negativo. Es difícil, porque muchas veces ni siquiera soy consciente de ese enfoque negativo, y en algunas áreas me enfrento a décadas de entrenamiento en ese sentido. Pero creo que con la práctica y el esfuerzo se consiguen grandes hazañas. En el fondo soy una optimista  :)  


Así que positividad, es mi propósito número 1 para el 2015.




 
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